Dentro y fuera de la histórica Casa de Correos que da sede a la Comunidad de Madrid el éxito de la presidenta Esperanza Aguirre era hoy personal y abrumador. Dentro, nadie significativo de la vida política, económica y social de la Comunidad de Madrid faltaba a la convocatoria, lo mismo personalidades de la derecha que de la izquierda, empresarios de todos los colores y matices, gentes del mundo de la cultura…
Fuera, la muy plural multitud reunida por el acto manifestaba abierta y expresivamente el calor cívico que siempre rodea en estos actos a Esperanza Aguirre, sin la menor duda el líder político más popular en su Comunidad en esta hora de España.
Contribuía sin duda al éxito de los actos el atractivo de la vistosa parada militar, pero el fervor de las gentes allí reunidas –fuera, ciudadanos de todo tipo; dentro, políticos, empresarios, personalidades de la cultura y de la universidad– en número asombroso era, sin la menor duda, para la presidenta. La verdad es que no caben muchas dudas sobre cuáles serán los resultados electorales en Madrid mientras Esperanza Aguirre siga al frente del PP de la Comunidad.
Como para deshacer tantas especulaciones, muchas veces poco fundadas o por lo menos excesivas, sobre las pugnas internas del PP, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón era uno de los más fervorosos en el calor manifestado a la Presidenta. Algunos dirigentes socialistas, que también habían acudido a la convocatoria, reconocían abiertamente en los corrillos que “contra Esperanza Aguirre, aquí en Madrid poco se puede hacer”.
La imbatible, en términos electorales, imagen de Esperanza Aguirre tiene también mucho que ver con sus parámetros de comportamiento. En los corrillos de la Casa de Correos, un destacado dirigente socialista lo reconocía de forma muy expresiva: “Esta mujer tiene el éxito derivado de la calidad, el carácter y la honradez. Los madrileños están con ella y eso lo vemos muy claro en nuestras propias encuestas. Aquí lo tenemos mucho más difícil que en casi cualquiera otra Comunidad Autónoma”.
El carácter de la presidenta tiene no poco que ver con su éxito político, porque es cariñosa y afable con todos, partidarios y adversarios, pero esas condiciones de cariño y afabilidad no reducen ni un ápice su firmeza en los criterios y convicciones. Como decía esta mañana, en un corrillo de mucho nivel, uno de los principales empresarios de la Comunidad de Madrid, “nadie conseguirá jamás la menor flexibilidad de Esperanza Aguirre en las cuestiones relacionadas con la pulcritud de la gestión pública y la honradez de los negocios privados”. Así es la imagen ganada a pulso por Esperanza Aguirre y que explica el calor de la calle y la solidez de sus horizontes electorales.
De manera que los actos, muy medidos y vistosos, de celebración de la histórica jornada del 2 de mayo han servido una vez más para comprobar la popularidad de la presidenta Esperanza Aguirre a nivel de calle, y su fortaleza política dentro de los círculos políticos y empresariales dirigentes. Les sobra razón a sus adversarios para reconocer que, en la Comunidad de Madrid y mientras Esperanza Aguirre siga al frente, lo tienen peor que difícil.
Artículo de Carlos E. Rodríguez para www.madridiario.es el 17 de mayo de 2011
Fuera, la muy plural multitud reunida por el acto manifestaba abierta y expresivamente el calor cívico que siempre rodea en estos actos a Esperanza Aguirre, sin la menor duda el líder político más popular en su Comunidad en esta hora de España.
Contribuía sin duda al éxito de los actos el atractivo de la vistosa parada militar, pero el fervor de las gentes allí reunidas –fuera, ciudadanos de todo tipo; dentro, políticos, empresarios, personalidades de la cultura y de la universidad– en número asombroso era, sin la menor duda, para la presidenta. La verdad es que no caben muchas dudas sobre cuáles serán los resultados electorales en Madrid mientras Esperanza Aguirre siga al frente del PP de la Comunidad.
Como para deshacer tantas especulaciones, muchas veces poco fundadas o por lo menos excesivas, sobre las pugnas internas del PP, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón era uno de los más fervorosos en el calor manifestado a la Presidenta. Algunos dirigentes socialistas, que también habían acudido a la convocatoria, reconocían abiertamente en los corrillos que “contra Esperanza Aguirre, aquí en Madrid poco se puede hacer”.
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El carácter de la presidenta tiene no poco que ver con su éxito político, porque es cariñosa y afable con todos, partidarios y adversarios, pero esas condiciones de cariño y afabilidad no reducen ni un ápice su firmeza en los criterios y convicciones. Como decía esta mañana, en un corrillo de mucho nivel, uno de los principales empresarios de la Comunidad de Madrid, “nadie conseguirá jamás la menor flexibilidad de Esperanza Aguirre en las cuestiones relacionadas con la pulcritud de la gestión pública y la honradez de los negocios privados”. Así es la imagen ganada a pulso por Esperanza Aguirre y que explica el calor de la calle y la solidez de sus horizontes electorales.
De manera que los actos, muy medidos y vistosos, de celebración de la histórica jornada del 2 de mayo han servido una vez más para comprobar la popularidad de la presidenta Esperanza Aguirre a nivel de calle, y su fortaleza política dentro de los círculos políticos y empresariales dirigentes. Les sobra razón a sus adversarios para reconocer que, en la Comunidad de Madrid y mientras Esperanza Aguirre siga al frente, lo tienen peor que difícil.
Artículo de Carlos E. Rodríguez para www.madridiario.es el 17 de mayo de 2011

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